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Sistema BESS: qué es y cómo funciona el almacenamiento de energía con baterías

La forma en la que generamos y consumimos energía está cambiando, y con ello también las soluciones para almacenarla de forma eficiente. Los sistemas BESS (Battery Energy Storage System) permiten guardar la energía producida, por ejemplo, por una instalación solar, y utilizarla cuando realmente se necesita.

Este tipo de sistemas de almacenamiento con batería son fundamentales para aprovechar mejor las energías renovables, reducir la dependencia de la red eléctrica y contar con una fuente de energía de respaldo en caso de cortes o picos de consumo.

En esta guía te explicamos de forma clara y sencilla qué es un sistema BESS, cómo funciona y en qué situaciones resulta más útil.

¿Qué es un sistema BESS?

Un sistema BESS, por sus siglas en inglés Battery Energy Storage System, es un sistema de almacenamiento energético basado en baterías recargables. Su función principal es acumular la energía generada por una fuente, como puede ser una instalación solar, y liberarla cuando se necesita.

Estos sistemas actúan como un almacén eléctrico inteligente, permitiendo usar la energía en momentos en los que no se está generando (por ejemplo, por la noche o en días nublados), o cuando hay un pico de consumo. También sirven como respaldo en caso de cortes de luz o inestabilidad en la red eléctrica.

Los BESS se componen de varios elementos:
Módulos de batería (de litio u otras tecnologías)
– Un sistema de gestión que controla carga y descarga
– Un inversor, que adapta la energía almacenada para su uso
– Y sistemas de seguridad y comunicación para garantizar su correcto funcionamiento

Hoy en día, los sistemas BESS se integran en viviendas con autoconsumo solar, empresas que buscan reducir costes eléctricos o incluso infraestructuras industriales o municipales que necesitan autonomía energética.

¿Cómo funciona un sistema BESS?

El funcionamiento de un sistema BESS se basa en tres fases: carga, almacenamiento y descarga de energía. Aunque la tecnología puede parecer compleja, el proceso es bastante fácil de entender:

Carga

El sistema se alimenta con la energía producida por una fuente externa, como paneles solares u otras formas de generación eléctrica. Esa energía se convierte y se acumula en las baterías del BESS.

Almacenamiento

La energía permanece guardada en el sistema hasta que se necesite. Durante este tiempo, el BESS monitoriza constantemente el estado de carga, la temperatura y otros parámetros clave para conservarla de forma segura.

Descarga

Cuando la demanda de energía aumenta o la fuente principal no está disponible (por ejemplo, de noche o durante un apagón), el BESS libera la energía almacenada. El inversor convierte la corriente continua de las baterías en corriente alterna, que es la que se usa normalmente en los hogares y empresas.

    ¿Cómo sería un esquema visual de este proceso?
    Imagina una instalación solar durante el día:
    – Produce más energía de la que se consume
    – El excedente se guarda en el BESS
    – Por la noche, esa energía almacenada se utiliza para alimentar la vivienda o local

    Este flujo hace que el sistema sea especialmente útil en entornos con generación renovable, donde la producción de energía no siempre coincide con el momento en que más se necesita.

    ¿Para qué sirve un sistema BESS?

    Un sistema BESS no solo almacena energía, también permite usarla de forma estratégica. Estos son los usos más comunes:

    Instalaciones solares fotovoltaicas

    El uso más habitual de un sistema BESS es almacenar la energía solar que no se consume al momento. Así puedes usarla por la noche o en días nublados, optimizando el rendimiento de la instalación y reduciendo tu dependencia de la red.

    Respaldo en cortes de luz


    En caso de fallo eléctrico, el BESS puede activarse como fuente de energía de emergencia. Esto es especialmente útil en viviendas aisladas, negocios con actividad continua o sistemas críticos.

    Estabilización de la red eléctrica


    En instalaciones más complejas, como las industriales o conectadas a red, los BESS ayudan a regular la tensión y frecuencia, evitando picos de consumo o caídas de voltaje que podrían dañar equipos.

    Movilidad eléctrica


    Algunos sistemas se integran en estaciones de recarga para vehículos eléctricos, acumulando energía en horas valle para usarla después sin penalizaciones por consumo elevado.

    Uso doméstico o industrial


    Desde una pequeña vivienda hasta una nave industrial, el BESS se adapta a distintas escalas. Permite almacenar energía barata o gratuita (como la solar) y utilizarla según convenga.

    Ventajas de los sistemas BESS

    Una de las principales ventajas de los sistemas BESS es que permiten aprovechar al máximo la energía generada, especialmente si proviene de fuentes renovables como la solar. En lugar de perder los excedentes, estos se almacenan para ser usados cuando más se necesitan, como durante la noche o en días nublados.

    También ofrecen mayor independencia energética. Al contar con un sistema de almacenamiento propio, se reduce la necesidad de consumir electricidad de la red, lo que supone un ahorro directo en la factura y una mayor autonomía frente a subidas de precio o cortes de suministro.

    En instalaciones críticas, como centros de datos, negocios o viviendas en zonas con suministro inestable, un BESS añade seguridad. Si hay un fallo en la red, el sistema entra en funcionamiento al instante, evitando parones o daños en equipos sensibles.

    A largo plazo, los sistemas de almacenamiento mejoran la eficiencia del conjunto energético. Al poder elegir cuándo consumir la energía almacenada, es posible adaptarse a los horarios más económicos o reducir la demanda en horas punta, lo que se traduce en un ahorro sostenido.

    Además, apostar por esta tecnología es una forma de avanzar hacia un modelo energético más responsable, sostenible y adaptado a las necesidades reales de cada usuario.

    ¿Qué tipos de sistemas BESS hay?

    Los sistemas BESS pueden clasificarse según distintos criterios, siendo los más habituales el tipo de batería que utilizan, su escalabilidad y su configuración (integrada o modular).

    En cuanto al tipo de batería, los más comunes son los sistemas basados en baterías de litio, que destacan por su alta eficiencia, larga vida útil y buen rendimiento en ciclos profundos de carga y descarga. También existen sistemas con baterías de plomo-ácido, más económicos pero menos duraderos, y otras opciones como las baterías AGM o de gel, que requieren poco mantenimiento y se utilizan sobre todo en instalaciones más pequeñas o específicas.

    Otro aspecto clave es la escalabilidad del sistema. Hay soluciones diseñadas para uso doméstico, pensadas para abastecer una vivienda con energía almacenada, y otras más grandes orientadas a entornos industriales o comerciales, donde la demanda energética es mucho mayor y se requiere una mayor capacidad de almacenamiento.

    Por último, los sistemas pueden ser integrados o modulares. Los sistemas integrados vienen listos para instalar y contienen todos los componentes necesarios en una sola unidad. En cambio, los sistemas modulares permiten ir ampliando la capacidad según las necesidades, lo que resulta ideal en proyectos que pueden crecer con el tiempo.

    Esta variedad hace que los BESS puedan adaptarse a prácticamente cualquier entorno, desde una camper hasta una industria con alta demanda energética.

    ¿Es rentable instalar un BESS? Casos donde sí y donde no

    Uno de los factores clave a la hora de decidir si instalar un sistema BESS es la rentabilidad. Aunque se trata de una inversión importante, en muchos casos puede amortizarse a medio o largo plazo, dependiendo del uso y del contexto energético.

    ¿Cuándo sí es recomendable?


    Un sistema BESS tiene mucho sentido en instalaciones solares con excedentes, sobre todo si no se compensa bien la energía vertida a la red. También resulta útil si se busca independencia energética, si se vive en zonas con cortes de luz frecuentes, o si se quiere optimizar el uso de tarifas eléctricas con discriminación horaria. En estos casos, el ahorro en la factura y la mejora en la estabilidad energética pueden justificar la inversión.

    ¿Y cuándo no compensa tanto?


    En viviendas conectadas a la red eléctrica sin autoconsumo, o con un consumo energético muy bajo y estable, el coste del sistema puede tardar muchos años en recuperarse. También es menos recomendable si no se cuenta con espacio adecuado para la instalación o si el precio del kWh consumido ya es muy bajo, como puede ocurrir con ciertas tarifas industriales.

    ¿Cuánto se tarda en amortizar un BESS?


    Depende de varios factores: el precio del sistema, el uso que se le dé, la tarifa eléctrica, el tamaño de la instalación solar y los hábitos de consumo. En proyectos bien dimensionados, la amortización puede lograrse en un plazo de 6 a 10 años, especialmente si se combina con una instalación de autoconsumo eficiente.

    Instalar un sistema BESS no siempre es la mejor opción, pero en muchos casos puede marcar la diferencia en eficiencia, ahorro y tranquilidad energética.

    baterías canaribat

    ¿Tiene sentido instalar un sistema BESS?

    Almacenar energía está al alcance de cualquier hogar o empresa. Un sistema BESS te permite aprovechar al máximo los excedentes de tus placas solares, reducir la factura eléctrica o evitar parones si se va la luz. Ya sea para tener autonomía en casa o estabilidad en tu actividad diaria, contar con un buen sistema de almacenamiento puede marcar la diferencia.Si estás valorando esta opción, en canaribat tenemos baterías, reguladores y todo el material eléctrico que necesitas para montar tu sistema BESS en Canarias. Llámanos, consúltanos o visita nuestras tiendas de baterías en Tenerife y Gran Canaria o tienda online para encontrar lo que necesitas y dar el siguiente paso.

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